Carisma y Espiritualidad Liberadora

Nuestro Carisma

Las Hnas. Mercedarias Misioneras, estamos llamadas a vivir la redención y liberación de Cristo y a ofrecerlas a los cautivos y excluidos de hoy con misericordia y ternura, animadas por Lutgarda Mas i Mateu y acompañadas por María de la Merced (Const Art. 7)

Finalidad de la Congregación
Es el anuncio del Reino de Dios y la promoción del ser humano, donde las circunstancias de ignorancia, de injusticia, de opresión y las estructuras esclavizantes atentan contra la dignidad de la persona y la pérdida de su fe. (Const Art. 8).
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Carisma y Espiritualidad 

Espiritualidad Mercedaria
La llamada del Dios de la misericordia que cada hermana ha recibido, debe concretizarse en un proyecto de vida, inspirado en Jesús liberador, vivido por nuestra hermana Lutgarda y primeras compañeras. Ellas desde una vida evangélica y amor filial a María, “Merced de Dios”, supieron configurarse con Cristo Redentor en respuestas a las cautividades de su tiempo.
Este proyecto de vida expresa los rasgos que identifican la espiritualidad de la Mercedaria Misionera:
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Experiencia del Dios de Jesús, Padre – Madre de misericordia, de vida, de ternura y de libertad “que ve, que escucha y conoce el clamor de su pueblo y baja a liberarlo”. 1
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Experiencia interior de Jesús de Nazaret que anuncia la Buena Nueva y que se entrega “hasta dar la vida”, como expresión máxima de amor redentor, por la liberación del hombre y la mujer cautivos con quienes se identifica. 2
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Experiencia de la presencia del Espíritu Santo que nos configura con Cristo liberador y anima nuestra vocación, espiritualidad, fraternidad y misión.
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Amor a María como madre, primera discípula de Jesús y maestra de vida espiritual. Modelo de mujer libre y liberadora, sencilla y humilde, creyente y comprometida en fidelidad al Espíritu.
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Participamos de la experiencia espiritual de nuestra hermana Lutgarda: Aprendemos su fidelidad a la historia desde la oración encarnada en la realidad que lo rodea. De ella también aprendemos a discernir y a realizar la voluntad de Dios, confiada en su providencia y a acogerse a María de la Merced como hija en el discipulado de Jesús liberador.
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Sentido de pertenencia y afecto profundo a la Familia Mercedaria desde el conocimiento y valoración de Lutgarda Mas i Mateu, San Pedro Nolasco, Santa María de Cervelló y demás hermanas y hermanos que nos han precedido en esta misión liberadora y nos unen a su historia y tradiciones.
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Pasión por el Reino 3 expresada en la voluntad decidida de participar en la misión evangelizadora de la Iglesia con profunda libertad y disponibilidad para ser enviadas a cualquier parte del mundo 4. La espiritualidad misionera nos impulsa a respetar las culturas y a descubrir las semillas del verbo en la vida de los últimos y excluidos.
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Sensibilidad especial de amor y misericordia ante toda situación que esclaviza al ser humano, descubriendo a Jesús en los oprimidos a causa de la ignorancia, de la injusticia y de la falta de fe 5.
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Vida Consagrada al Señor en comunidad fraterna, que encarna la dimensión liberadora de los consejos evangélicos por el amor indiviso, la libertad y el compartir.
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Estilo de vida manifestado en la acogida, libertad, sencillez, alegría, amistad y servicio que tradicionalmente nos ha caracterizado.
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Asumir con espíritu redentor los sufrimientos y dificultades que acompañan la vida y nos llevan a participar en el misterio Pascual de muerte y resurrección de Cristo.
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Oración personal y comunitaria, tiempo privilegiado del encuentro con Dios y expresión de la amistad con Cristo redentor. Es fuente de crecimiento de nuestra espiritualidad y nos lleva a la entrega “hasta dar la vida” 6.
[1] Ex 3, 7-9
[2] Jn 15,13;Mc 8,31;9,31;Gal 2,19-20
[3] Jn. 4,34; Col 1,10
[4] Mt 13, 44-46
[5] Mt 25, 34-37; Lc 10, 33
[6] Mt 7, 7; Mc 1,35; 14,38;Lc 9,28
Textos Bíblicos que fundamentan el Carisma Mercedario
Éxodo 3, 4 – 12

Yavé vio que Moisés se acercaba para mirar, y Dios lo llamó de en medio de la zarza: “Moisés, Moisés”.  Él respondió: “Aquí estoy”.  Yavé le dijo: “No te acerques más.  Sácate tus sandalias porque el lugar que pisas es tierra sagrada”.  Y Dios agregó: “Yo soy el Dios de tus padres.  El Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”.  

Moisés se tapó la cara, porque tuvo miedo de que su mirada se fijara sobre Dios.  Yavé dijo: “He visto la humillación de mi pueblo en Egipto y he escuchado sus gritos cuando lo maltratan sus mayordomos.  Yo conozco sus sufrimientos.  He bajado para librarlo del poder de los egipcios y para hacerlo subir de aquí a un país grande y fértil, a una tierra que mana leche y miel.

Ve, pues, yo te envío a Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel”. Moisés dijo a Dios: “¿Quién soy yo para ir donde Faraón y sacar de Egipto a los hijos de Israel?” Dios respondió: “Yo Estoy contigo, y ésta será para ti la señal de que yo te he enviado: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, ustedes vendrán a este cerro y me dará culto aquí”.

Lucas 1, 46 – 56

Celebra todo mi ser la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en el Dios que me salva, porque quiso mirar la condición humilde de su esclava, en adelante, todos los hombres dirán que soy feliz.  En verdad el Todopoderoso hizo grandes cosas para mí, reconozcan que Santo es su Nombre que sus favores alcanzan a todos los que le temen y prosiguen en sus hijos.

 Su brazo llevó a cabo hechos heroicos, arruinó a los soberbios con sus maquinaciones. Sacó a los poderosos de sus tronos y puso en su lugar a los humildes; Repletó a los hambrientos de todo lo que es bueno y despidió vacíos a los ricos. 

De la mano tomó a Israel, su siervo, demostrándole así su misericordia. Esta fue la promesa que ofreció a nuestros padres y que reservaba a Abraham y a sus descendientes para siempre.  María se quedó cerca de tres meses con Isabel, y después volvió a su casa.  

Lucas 4, 14 – 21

El Espíritu del Señor está sobre mí.  El me ha ungido para traer Buenas Nuevas a los pobres, para anunciar a los cautivos su libertad y a los ciegos que pronto van a ver.  A despedir libres a los oprimidos y a proclamar el año de la gracia del Señor. Jesús, entonces, enrolla el libro, lo devuelve al ayudante y se sienta.  Y todos los presentes tenían los ojos fijos en él. Empezó a decirles: “Hoy se cumplen estas profecías que acaban de escuchar”.

Mateo 25, 31 – 46

Entonces el Rey dirá a los que están a la derecha: “¡Vengan, los bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo.  Porque tuve hambre y ustedes me alimentaron; tuve sed y ustedes me dieron de beber.  Pasé como forastero y ustedes me recibieron en su casa.  Anduve sin ropas y me vistieron.  Estaba enfermo y fueron a visitarme.  Estuve en la cárcel y me fueron a ver”. Entonces los buenos preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer; sediento y te dimos de beber, o forastero y te recibimos, ¿o sin ropa y te vestimos?  ¿Cuándo te vimos enfermo en la cárcel, y te fuimos a ver?  El Rey responderá: “En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de estos más pequeños, que son mis hermanos, lo hicieron conmigo. Al mismo tiempo, dirá a los que estén a la izquierda: “¡Malditos, aléjense de mí, vayan al fuego eterno que ha sido destinado para el diablo y para sus ángeles!  Porque tuve hambre y no me dieron de comer, porque tuve sed y no me dieron de beber; era forastero y no me recibieron en su casa; no tenía ropa y no me vistieron; estuve enfermo y encarcelado y no me visitaron”. Aquellos preguntarán también: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, desnudo o forastero, enfermo o encarcelado, y no te ayudamos?”  El Rey les responderá: “En verdad les digo que siempre que no lo hicieron con alguno de estos más pequeños, que son mis hermanos, conmigo no lo hicieron.  Y éstos irán al suplicio eterno, y los buenos a la vida eterna”. 

Carisma de Liberación-Redención 

Identidad Mercedaria
Lutgarda Mas i Mateu, mujer carismática,  desde una profunda experiencia del Dios misericordioso, sintiéndose enviada por el Espíritu Santo e impulsada por María de la Merced, en continuidad con Santa María de Cervelló, se puso al servicio de los cautivos de su tiempo, dando origen a nuestro Instituto de Religiosas Mercedarias Misioneras, el 21 de noviembre de 1860, con la confianza en que “Dios y Nuestra Santísima Madre proveerán”, Nuestra congregación participa del espíritu de la Orden de la Merced.
Las mercedarias tenemos como modelo de persona a:

Jesús Redentor. Modelo de Persona Libre (Lc. 4, 16-19)

Cristo redentor es nuestro modelo de persona, en él nos encontramos liberadas. Así, la educación liberadora convierte al educando en sujeto de su propio desarrollo, y le permite ser consecuente con su compromiso bautismal.

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Hace presente el Reino.

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Con personalidad, seguro de sí mismo.

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Valiente no busca su propia conveniencia.

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Habla con libertad.

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Es el camino, la verdad y la vida.

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Rompe estructuras injustas.

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Clara opción por la defensa de la vida.

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Opción preferencial por el pobre.

María de la Merced. Nuestra Madre

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Mujer libre y creyente.

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Es primera discípula de Jesús

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Escucha la palabra de Dios por el pobre y oprimidos de la historia.

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Canta y proclama el Magníficat – Proyecto liberador de Dios.

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Como Madre de Jesús y nuestra, es clave para la unidad de la familia mercedaria.

San Pedro Nolasco

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María inspira a Nolasco la fundación de una familia religiosa y se presenta bajo la advocación de “La Merced”: Misericordia, dar la vida por el otro, es un don.

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Fundación de la orden de Santa María de la Merced, el 10 de agosto de 1218 en Barcelona (España).

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Misión de la Orden: Redención de los cautivos, con la propia entrega de la vida – Cuarto Voto.

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Se distinguió por su audacia, testimonio de amor compasivo por el hermano cautivo, pasión por anunciar al Dios de la Vida que libera de toda cautividad, con confianza en la Providencia del Dios Padre.

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Reconoció que la opresión que más daña al ser humano es la falta de libertad.

Santa María Cervelló

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Primera religiosa Mercedaria (1260), participa con Pedro Nolasco en el restablecimiento físico y espiritual de las personas redimidas antes de retornar a sus hogares.

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Dispuso de toda su fortuna para la redención e hizo donación de su vida a esta obra de misericordia (Mt. 25, 31-41).

Fundadora Lutgarda Mas i Mateu.

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Fundadora y mujer carismática que comprende y sabe penetrar en el misterio de la cautividad de los jóvenes de Barcelona.

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Acoge la inspiración de María de la Merced (1856).

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El 21 de noviembre de 1860, en Barcelona (España) con la ardua colaboración de Fray Pedro Nolasco Tenas y Casanovas se hace realidad a la fundación de la Congregación de Religiosas Mercedarias Misioneras.

La primera comunidad estuvo conformada por:

Mercedes Bartra y Demestre.

Rita Parellada i Casals

Mariana Trilla i Anguera

Rosa Vélaz Larrea

Francisco Ferrer i Jacas

Lutgarda, recién pudo ingresar a la naciente congregación a la muerte de su madre, su permanencia fue breve, por su delicado estado de salud (22 de abril de 1862).

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La expresión que heredamos de Lutgarda es: “Dios y Nuestra Madre proveerán”; manifiesta su total confianza en la providencia de Dios.

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Resaltamos en ella los siguientes rasgos: Fiel, constante, luchadora, arriesgada.

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Fue promotora más que protagonista, respetando la iniciativa de sus hermanas.

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Sensible ante los problemas de su pueblo, da respuestas concretas desde su compromiso cristiano.

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De profunda fe, amante de la Virgen María.

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Sabe querer intensamente a su familia.